2012-02-10

LA ARDILLA

Estaba paseando tranquilamente por el parque, cuando una ardilla se encaramó ala valla y me dijo:
-!Eh, tú! Sí, sí, tú, ¿Quieres que te cuente un secreto?
-Sí, cuéntame.
-Soy una ardilla que habla y que sabe de ordenadores.
-A,sí pues, ven a mi casa y arregla el mío, por favor.
-Vale.
Fueron a su casa. La ardilla se puso al ordenador y dijo el señor:
-Voy al baño.
Al salir, la ardilla no estaba, pero el ordenador sí estaba arreglado.
Entonces vio que le faltaba la cartera. En ese momento salió corriendo detrás de la ardilla
para recuperar el dinero. Pero, en realidad, todo cuanto había ocurrido, no había pasado de verdad, sino que él lo había imaginado. La ardilla no existía y el ordenador tampoco estaba roto, sólo estaba sin encender. Se le había olvidado dar al interruptor de atrás.

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